DIARIO DEL MAGNI: Frío corazón

Por esta parte del mundo (al sur, allá abajito) llegó el invierno, y con él vino una ola de frío polar que ha descendido la temperatura a los 0° grados, y a la muy simpática sensación térmica que provoca dedos temblorosos, naríz estornudosa y pies insensibles.


Con una temperatura así, ¿quién quiere salir de su casa? Yo no, muchas gracias. Uno se resfría, se engripa, y no. Hay que cuidar la salud.


El problema es que aún así el mundo te exige salir de tu casa: tu jefe te exige ir a trabajar, si no, despedido. Tu almacenero amigo te espera para venderte los viveres diarios, si no, muerte por inanición. Tu banquero vecino te espera para que pagues tus facturas, si no, te cortan los servicios y te cancelan las cuentas. ¿Y una novia...?


Tu novia.
Esa adorable criatura a quien con mucho amor se le dedica poemas, bombones, flores y regalos, es a la vez la persona más insensible sobre la faz de la Tierra. Ella va a ser la primera en enojarse, cuestionarte, levantar la voz y exigirte una explicación: "CÓMO QUE HOY NO SALIMOS? ¿POR QUÉ?!”


Y ante la respuesta “hace mucho frío querida, si salgo me voy a enfermar”, uno puede esperar toda clase de improperios, insultos, lágrimas de cocodrilo y rabietas. Además de amenazas de terminar la relación, con violencia física de por medio, claro está (siempre se la arreglan para conseguir algún matón ex-convicto de las cercanías para que te golpée mucho).


Así que enterate: tu salud no le importa a tu novia: solo que la lleves a pasear y le cantes serenatas -si el perro está atado, la casa está a salvo...
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